Irritado señores, irritado estoy. Mermado tal vez, pero nunca dañado y doblegado. Indignado, más que indignado y probablemente hasta humillado. Pasmado, simplemente encrucijado entre la noche y el día. Desgraciado, sí, desahuciado. Un código genético trágico.
No hay comentarios:
Publicar un comentario