2008-03-17

El vedar de los siervos

¿Dónde estará?
A veces esa cuestión es nimia,
al menos si uno se sabe
embalsamado en corazones foráneos.
Yo no sé si mi suerte es tal,
pero el cielo sopla;
en vientos me dice que sí.
¿Presuncioso acaso seré?
¿O quizá yazco en aguas
que ahogaron a Narciso?
Impávido candor os ató.
Encrucijada de un mar de
sonidos amorfos;
silenciosos vocablos,
necios niegan amancebamiento
y os raptan la comunión.
Se os privó del verbo otra vez;
¿qué os queda?
Veo aquí la cuestión original.

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