2010-11-14

Apariciones

Llego cuando la sangre del día 
salpica al cielo y a sus nubes.

Con mi pasado y futuro 
construyo tortugas de arena. 

Somos tres puntos diminutos 
en la doble constelación 
que es la mar y la noche.

Mi presente es obstinado, 
se detiene siempre en su faena 
con la mirada perdida hacia el vientre 
preñado de sal y agua.

Mientras, aquél erige la frágil memoria 
y el otro hilvana con fragmentadas rocas 
el solaz de un nuevo día.

Mi presente aún absorto 
le hace letanías a la luna 
y ésta sólo ofrece la máscara 
en su media cuna.

Sólo tenue luz, arena y bruma, 
antes y después diluidos 
en esta agua que se esfuma. 

Y queda una roca estólida 
plantada a media luna.

Regreso a las junglas de concreto. 

Bajo uno de los pliegues del silencio 
me pregunto si sigo siendo el mismo 
hombre incompleto.

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