2009-02-02

Bifurcan los sueños

I
Vas y vienes,
vienes y vas,
ni cruzan miradas.

De movimientos me regaló el verso,
¿cuál es su scherzo?
¿Qué aria sin este universo?

II
La sentí:
arenas escurridizas entre los dedos
polvos de ensueño, valses de trueno,
un ojo nace; epítome de los credos.

Del riachuelo visceral,
de noche y tormentas,
salen el uno y el otro
cual salvaje potro
pisando las yerbas.

III
Índice y pulgar: yema contra yema
es ojo divino de cresta emplumada.

Dos cabezas, lánguidos cuerpos
estirados hacia el manto estelar,
ahora bajan serpenteando la vereda.

Serpientes sobrevolando
dos colinas gemelas, se separan,
flotan en costas opuestas.

Caderas en vaivén de péndulo,
pies cual trote de corcel
y esa espalda escurrida
desciende como un río exquisito,
desembocando en islas estrechas.

IV
Del onírico y frenético baile,
de sopor vendada diste tu arte
a la sombra que al disgregarte
sucumbió manca por afraile.

Una vez más, la vertí:
gotas trémulas entre los cielos
rabiar carnal, tango infernal
y un ojo muere en trino de duelos.

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