A Sanguínea
I
Todas son recibidas:
las azucenas, las gardenias,
las rosas y las magnolias,
¡sean muy bienvenidas!
¿No crees, querida,
que regalar flores
para amores es
tradición retorcida?
Y sin embargo,
por trance del horror,
regalo la muerte de flor
en vaivén dulce, amargo.
II
Toma esta muerte pequeña
bajo tu luz de luna y estrella
que en tu vientre que destella
a mis ojos no desdeña.
Siendo tú, flor, Sanguínea,
brotas rubíes, de tus miradas
de labios dulcemente envenenados
que besan mi alma por miríadas,
y el sol, la luna, alineados
en los mares acarician
las hojas: tu cabello,
Sanguínea.
I
Todas son recibidas:
las azucenas, las gardenias,
las rosas y las magnolias,
¡sean muy bienvenidas!
¿No crees, querida,
que regalar flores
para amores es
tradición retorcida?
Y sin embargo,
por trance del horror,
regalo la muerte de flor
en vaivén dulce, amargo.
II
Toma esta muerte pequeña
bajo tu luz de luna y estrella
que en tu vientre que destella
a mis ojos no desdeña.
Siendo tú, flor, Sanguínea,
brotas rubíes, de tus miradas
de labios dulcemente envenenados
que besan mi alma por miríadas,
y el sol, la luna, alineados
en los mares acarician
las hojas: tu cabello,
Sanguínea.
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