2009-03-17

Milady Dysthymia ( III )

No puedo crearte de mi costilla. Puedo crearte de una palabra. Tu voz es plural y matizada. Tu piel es el agua del génesis; cristal. Éstas son nuestras entrañas. Los cabellos de tu cresta inmóviles van. Estás desnuda como el recién nacido.

¿Cómo me llamo?

Te he nombrado pero imperativo es que escojas tu nombre.

¿Soy mujer?

Sí, una mujer sin sexo.

Y mis palabras son las tuyas, soy el eco de tu masa. Mi cuerpo se derrite en tus carnes y tu semilla es el oxígeno, mi sangre. Río cuando lloras, lloro cuando ríes. Te doy palmaditas en el cerebelo y me declaro tuya; tú eres mío.

Eres el semblante estoico, la gitana de verbenas rítmicas. Mueves tus caderas sin moverte, mandas besos de cenizas. Bautizas mi pecho con tu lengua, una cruz es tu saliva.

Sólo los ojos vivos están, por eso los cerramos y en la oscuridad él, yo, ella, nosotros copulamos.

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