—Me avergüenza contártelo de frente
—Es el recato, el pudor. No sólo hemos llenado nuestros cuerpos de atavíos sino también tenemos muy arropada el alma. Teme estar desnuda porque es transparente.
—Ella desnuda es como entregar la individualidad
en bandeja de plata.
—Al fin y al cabo, ¿qué es realmente tuyo sino
el alma y cuerpo?
—Incluso eso podría ponerse en duda,
pero es lo más cercano a pertenecernos.
—Por eso dejamos pedacitos de nosotros en diferentes personas,
mas nadie tiene el rompecabezas completo.
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