Conforme el Titanic se está hundiendo, no importa qué capitán pongas al mando pues no puedes enmendar lo irreparable, ¡salta del puto barco! Sálvate, salva a quien puedas y prepárate para lo que viene pues quizás las aguas te abarquen si dejas de luchar contra ellas. Cambia la palabra Titanic por civilización industrial, capitán por presidente y aguas por planeta Tierra.

En serio, no estamos prestando atención.